miércoles, 26 de agosto de 2009

116.- Una invasión de gusanos daña nuestras instituciones.

Jeremy Thomas, investigador de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha sido el que ha descubierto que existen unas larvas de mariposa denominadas Maculinea rebeli, que consiguen introducirse, como ocupas, dentro de los hormigueros de las Myrmica schencki, engañándolas vilmente y viviendo como una reina.
¿Cómo lo consiguen?
Pues, una vez dentro de las galerías subterráneas, estas orugas segregan partículas químicas similares a las emitidas por las larvas de la hormiga, consiguiendo de este modo ser aceptadas y alimentadas por las hormigas obreras. Pero aquí no terminan las adaptaciones de la mariposa para engañar a las hormigas. El citado estudio revela que las larvas y, posteriormente, las crisálidas de Masculinea rebeli son capaces de emitir sonidos, que imitan a los de las hormigas. Estos sonidos son mucho más parecidos a los emitidos por la reina que los que producen las obreras. De este modo estos impostores consiguen un trato de favor, siendo cuidadas y alimentadas con los honores del rango jerárquico más alto del hormiguero. Efectivamente, cuando los científicos reprodujeron grabaciones de los sonidos de la oruga a través de altavoces en miniatura, las hormigas obreras respondieron como si se encontraran en presencia de la reina.
Desde luego, hay que ver como se parece el comportamiento de estos gusanos, con el que ya nos tiene acostumbrado nuestra clase política, engañándonos y timándonos todo lo que quieren, mientras los ciudadanos parece ser que miramos para otro lado, y entretanto esta plaga que tenemos, siguen cachondeandose de todos nosotros sin que nadie ponga remedio.
Qatsi.
Foto de cabecera: El roto

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