martes, 28 de abril de 2009

97.- El humor negro no ofende.

- Exclama un médico en un parto: ¡Estos niños que nacen muertos, que resbaladizos son!

Siempre me ha llamado mucho la atención el humor negro y hasta me gusta. Normalmente se utiliza para resaltar un punto de vista burlón de la vida, el cual se enfoca casi siempre en un contexto irónico y sarcástico. Creo que lo identificamos con el color negro, por ser éste el color del luto en nuestra cultura.

- Un niño entristecido comenta: Mi madre cayó por el balcón y ahora está en el cielo. Pues, ¿como rebota tu vieja, no?

¡Fijaros que contraste! Este tipo de humor puede provocar a la vez una leve y triste sonrisa, cuando por ejemplo nos referimos a temas desarrollados algunos por la maldad y la estupidez humana, como las guerras, la muerte, las violaciones, la hambruna, las catástrofes, los asesinatos, la homosexualidad, la drogadicción, las enfermedades, la violencia entre sexos, el terrorismo, etc, etc.

- Una chica le comenta a su amiga embarazada: Si nace niña, le pones Alicia, si nace niño le pones Carlos, y si nace muerto, le pones flores.

Muchas veces, sobre todo en público, se nos plantea un dilema ante este tipo de humor, porque no sabemos si atrevernos a reír abiertamente, o por el contrario comportarnos como si no hubiéramos oído nada, porque parece como si nos estuviéramos riendo de las víctimas. Pero no pensáis vosotros, ¿que es mejor reírse de aquello que nos provoca miedo, horror y angustia?

-¿Tú sabes que sale si mezclas un negro con un pulpo?
- Pues, no
- Yo tampoco, pero tiene que recoger algodón que te cagas.

Hay mucha gente que piensa que el humor negro es cruel, porque el ser humano goza con las penurias que sufren los demás, llegándose hasta unos extremos bastante corrosivos y punzantes. Pero sinceramente creo que es mejor reírse de todo aquello que nos provoca desesperación.

-¿Que estaría haciendo ahora mismo Franco si estuviese vivo?
- Pues, arañar su ataúd gilipollas.

En definitiva con el humor negro lo que se hace es enfocar en un tono sarcástico, situaciones de la vida que normalmente son serias y las consideramos tabú. Tampoco hay que darles más vueltas. A veces hay que reír para no llorar. ¿No os parece?

- ¡Mamá!, ¡mamá!… ¡papá ha vomitado!
- ¡Hijo! Agarrá rápido el tenedor, que después tu hermana se queda con los mejores trozos.

Siento un poco de nostalgia por todos aquellos maestros de lo absurdo y de lo sarcástico como fueron: Tip y Coll, Gila, Groucho Marx, Benny Hill, Monty Pitón…. Menos mal que por ahora nos siguen quedando Los Simpson.

Qatsi.

Enlace Fotografía: http://www.flogup.com/omega/126820

martes, 7 de abril de 2009

96.- ¿Quién quiere ser pobre?

Érase una vez una familia bastante acomodada, que vivía en la ciudad.
Los padres muy orgullosos de lo que habían conseguido en la vida, quisieron enseñarle a su hijo como se vivía siendo pobre, para resaltar aún más lo que habían atesorado a lo largo de los años, y que su hijo los valorara todavía más y creciera su grado de admiración hacia ellos.
Para lo cual, eligieron convivir durante tres días completos, con una familia muy humilde, que vivía en una casita en el campo y en lo alto de una sierra.
Cuando hubo terminado la convivencia, y ya de vuelta a la ciudad, los padres le preguntaron a su hijo, por la experiencia vivida.
El hijo pensativo y con la mirada perdida en la lejanía les contestó que había sido una experiencia, que jamás olvidaría en su vida.
Los padres hinchados en su ego por lo que acababan de oír, y para aumentarlo un poco más, le preguntaron a su hijo qué les contara lo que había aprendido.
A lo que el hijo le respondió:
Nosotros disfrutamos de solo un perro y ellos disfrutan de varios, además de ciervos, perdices, conejos, y demás animales que habitan en el monte.
Nosotros vivimos rodeados de insoportables ruidos, prisas, atascos, y ellos viven con la tranquilidad, el sosiego y la paz que transmite el campo.
Nosotros tenemos una piscina con el agua estancada casi todo el año, y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde habitan pececillos, ranas, tortugas y otras especies de gran belleza.
• Nosotros importamos lámparas de Oriente para alumbrar nuestro jardín, mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna.
• Nuestro patio llega hasta la cerca, y el de ellos llega al horizonte.
• Nosotros compramos nuestra comida, y ellos siembran y cosechan lo que comen.
• Nosotros estamos todo el día respirando humos, y ellos disfrutan de ese agradable olor a campo y de esas aromáticas flores silvestres.
• Nosotros oímos CD's, y ellos escuchan una perpetua sinfonía de jilgueros, ruiseñores, mirlos, ranas, grillos y otros animalillos.
• Nosotros cocinamos en cocinas eléctricas, y ellos todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.
• Para protegernos, nosotros vivimos rodeados de muros, alarmas, puertas de seguridad, y ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
• Nosotros vivimos enchufados al teléfono, al ordenador, al televisor, a la play, y ellos en cambio, están conectados a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
Al oír todo aquello, los padres se quedaron estupefactos y perplejos.
Entonces, el hijo sin malicia ninguna, y viendo las caras que se le habían quedado a sus padres, les apostilló:
Os doy las gracias, por haberme enseñado lo pobres que somos.
Qatsi.
Enlaces:
http://www.geocities.com/fedeortiz/historias/historias/ser-pobre.html
http://cvc.cervantes.es/actcult/paisajes/extremadura/ampliacion06.htm

viernes, 3 de abril de 2009

95.- ¿Cómo se enseña la honradez, a estas alturas?

¡¡Por todos los Dioses del Olimpo!!
¿Sabemos qué es la honradez?
¿Estamos olvidando el verdadero significado de esta palabra?
Pues bien, según el Diccionario de la RAE, la honradez es rectitud en el ánimo, integridad en el obrar y respeto por todas las normas, que se consideran adecuadas.
Los jóvenes de hoy en día se deben de estar preguntando:
¿Es un valor la honradez, o en cambio es una cosa de tontos?
Vaya educación que les estamos dando.
Palabras como deshonesto, corrupto, falso, impostor, ficticio, se están cambiando peligrosamente por honrado, íntegro, real, genuino y autentico, y todo gracias a esa legión de políticos, banqueros, magnates, medios de comunicación, y demás fauna que cohabitan en nuestra sociedad.
Aquí en España, nuestra clase política nos sigue dando un espectáculo bochornoso, por todos los casos de corrupción que llevamos soportando, y por supuesto con estos últimos que se acaban de descubrir.
A lo largo de los años, la corrupción se ha ido instalando poco a poco entre nosotros, y lo malo de todo esto es que hay ya mucha gente, que lo ve hasta normal.
Ya, da igual que nuestros gobernantes sean de izquierdas, de derechas, de centro, de arriba, o de abajo, todos han ido poco a poco promulgando leyes para aforarse (forrarse) y poder cometer toda clase de tropelías.
En la actualidad le pegas una patada a un árbol y se caen un montón de aforados. Y todo esto sucede ante la pasividad de los ciudadanos.
Fijaros bien como se tapan los unos a los otros, convirtiéndose en cómplices de los atropellos que cometen. Pues, tan culpables son los que cometen estas tropelías, como sus encubridores.
Eso sí, todos hablamos de crisis económica, de bancos y cajas de ahorros, de subidas de sueldos de directivos y políticos, de paro, de paraísos fiscales, de subsidios y de un montón de cosas más, pero el cáncer de la corrupción avanza y contagia todo cuanto toca, y es ahora cuando deberíamos rearmarnos moralmente para presentarles cara de una puñetera vez. Porque supongo que os habéis dado cuenta, que a los únicos que nos llueven piedras son a nosotros, los ciudadanos de a pié.
Hemos legado a un punto, que la inmensa mayoría pensamos, que ya no necesitamos gobernantes ideólogos, inteligentes, listos y juiciosos, tan solo necesitamos personas íntegras, honestas y honradas.
Qatsi.
Viñeta publicada en el diario El País por el dibujante “El Roto”.