lunes, 2 de mayo de 2011

188.- El desconocido.

Desde hace ya bastante tiempo se ha instalado en mi casa un hombre al que no conozco. Puede ser que haya estado siempre allí, pero no me había dado cuenta de su existencia. No es un fantasma ni nada parecido. Es un señor que tiene entorno a los cincuenta, ya canoso, serio y sin ningún sentido del humor. Físicamente se parece bastante a mí. Cada día, cuando llego a casa después de una larga jornada de trabajo, siempre me lo encuentro sentado en el mismo sitio mirando la televisión, que no viéndola, y con la mirada perdida pensando en yo no se qué. Puede ser que haya estado siempre allí, por que lo he visto en alguna de las fotografías familiares que guardo en el cajón del aparador del salón, pero nunca me había apercibido de su existencia.
He intentado averiguar quién es, o qué quiere, y no hay manera de hacerle hablar. Parece siempre encerrado en su mundo, un mundo apartado de esta sociedad sin sentido en la que vivimos, la cual cada vez se parece más a una cárcel y en la que cada vez cae más gente, y de donde es muy difícil huir.
Quizás sea de esos tipos inadaptados, que nadie entiende lo que le pasa por la cabeza, que no encajan en ningún sitio, y que no temen estar sin más compañía que consigo mismo. Quizás cuando deje de verlo como una persona incomprendida, rara, incómoda y poco convencional , comenzaré a comprender su actitud.
Creo que no me va a importar demasiado que se quede, a lo mejor me hace un poco de compañía.
Qatsi.
Viñeta: l. Yañez

1 comentario:

  1. Que buena, como de poco a poco (si es que estoy en lo correcto) vas haciendo de esa persona, tú.
    Muy interesante, saludos al blog.

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