125.- El descrédito sigue ganando posiciones.

Desde luego, hay que ver como los tentáculos de la política sigue desacreditando a instituciones, que son lo suficientemente respetables, como para verse envueltas en el manejo y las presiones que ejercen un puñado de necios.
Ya queda lejos aquel 9 de Junio de 1993, día nacional del ridículo para muchos de esos “toca-chepas”, cuando invistieron doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid a Mario Conde. Desgraciadamente el Conde este no ha sido el único, hay muchos piltrafas más, a los que les han otorgado este título.
Nada más y nada menos que S.M. el Rey fue el que presidió aquel acto, acompañado naturalmente por aquella legión de políticos, banqueros, y una importante representación del mundo académico y de los medios de comunicación.
Qué ridículo tan espantoso hicieron todos estos “toca-chepas”, cuando se descubrió el pastel que les había preparando este mafioso, que por cierto a día de hoy todavía no ha devuelto ni un euro de lo que robó, y ya está fuera de la cárcel. Desde luego el olfato de toda esta patulea, al arrimarse a este tipo, no pudo ser más escandalosamente ordinario, basto y vulgar.
Lo malo de todo esto ha sido el descrédito que han sufrido desde entonces las Universidades por culpa de toda esa muchedumbre, que provocó aquel atentado contra todas aquellas personas ejemplarizantes, que con todo merecimiento fueron investidas doctores honoris causa.
Pero, hay instituciones que este año lo tienen aún peor, como es el Comité Nóbel Noruego, que son los encargados de otorgar el premio Nóbel de la Paz, y que desgraciadamente se han vuelto a llenar de mierda hasta las trancas, otorgándole dicho premio a Obama. Supongo que las presiones que habrá recibido este comité, habrán sido iguales o parecidas como cuando premiaron a Yasser Arafat, Simon Peres, e Isaac Rabin
Fijaros bien, que le han dado el premio al presidente del país que más armamento produce y distribuye sin control por todo el mundo, y que al final solo sirve para matar inocentes, como ya se ha demostrado en infinidad de ocasiones, si no decidme vosotros, ¿para qué sirven todas esas armas? ¿para almacenarlas? Y que yo sepa, a este tío no le hemos oído todavía, que va a cerrar todas esas fábricas de matar gente.
Me gustaría saber en que país se fabricó la bomba que mató el otro día a ese militar canario que falleció hace solo unos días en Afganistán. ¿A vosotros, no?
Todos sabemos que Obama es un angelito al lado del cafre del Bush, pero no creo que por eso haya que darle tan alegremente el Nóbel de Paz. Creo que este tío tiene que demostrar muchas cosas antes de darle uno de los premios más prestigiosos del mundo, ¿no creéis?
Pues……, miedo me da. Haber si con este premio le van a entrar a este tipo las prisas por acabar las guerras de Irak y Afganistán, y manda tirar sendas bombas nucleares sobre Bagdad y Kabul como ya lo hiciera Harry Truman en Hiroshima y Nagasaki, donde solo asesinaron de golpe a 220.000 personas inocentes, o ¿aquellos fueron solo daños colaterales?
Pues todavía habrá algún iluminado, que no esté de acuerdo con esta reflexión, y querrá darle también el Nóbel de la Paz a Harry Truman a título póstumo, por acabar con la II Guerra Mundial.
¿Qué no? Se admiten apuestas.
Qatsi.
Fotografía:http://www.domund.org/Imagenes/Secciones/Publicaciones/Misioneros/2004/Junio04/informe00.jpg