![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghBh7v4Po4ND7XkG6DvVrcsg4PpWtuqH-3hSkf6AQrkuRQNFPbf_Y664hlGKycTP0MIugjvwLwP9Vx27bHTKkK4LNYtTZPVMKNvyClkPCxXg8hsux42u0SktJ18oeUtzE_7HyDHnmwBg8/s320/tontolhabas2258031.gif)
- ¿Porqué? Le preguntaba el otro chico.
- Resulta que mis padres me han castigado.
- ¿A ti? ¿Con las notas que sacas?
- El tutor le ha contado a mis padres lo que contesté el otro día, en la encuesta que nos hicieron en el cole, cuando nos preguntaron lo que quería ser de mayor.
- Yo he contestado con toda sinceridad, y me han prohibido jugar a la consola porque dicen que los juegos con los que me divierto tienen la culpa de todo, y sin embargo me dejan ver la televisión.
- Me han castigado por decir la verdad, cuando ellos me han enseñado que es muy importante decir la verdad y no mentir.
- Y encima me amenazan con persistir en el castigo hasta que no cambie mi respuesta.
- Lo podría hacer sin problemas, pero ¿para qué les serviría, si mi pensamiento seguiría siendo el mismo?
- Y, ¿qué fue lo que les dijiste que querías ser? Le preguntó el amigo sorprendido.
- Pues, quiero ser francotirador.
Los hijos comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan. (Oscar Wilde)
Qatsi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario