sábado, 23 de junio de 2007

32.- El miccionero que miccionice bien, buen miccionador será.

- Si, si, tu ríete.
- Parece fácil, pero no lo es.
En principio uno entra en un meódromo público, hace lo que ha venido a hacer y sale.
- ¡¡¡Pues no!!! No es tan fácil si eres hombre.
Esta acción es más complicada de lo que parece.
El acto de miccionar no es tan sencillo.
Hay gentes que para hacerlo, necesitan mucha calma, paz, tranquilidad y por supuesto no sentirse observados, ni agobiados.
Otros sin embargo podrían hacerlo mirando al tendido y sin ningún tipo de rubor.
- ¡¡¡Que suerte tienen!!!
Hay gente a la que se le corta todo el rollo, cuando entran en un evacuatorio con esas tazas que cuelgan de la pared y sin separadores, y aparece alguien colocándose justo a su lado cuando van a comenzar la descarga.
- ¡Jópe!, ¡que mala suerte tengo!, con todo el sitio libre que hay.
En esos momentos comienzan a sentirse observados y aparecen las neuras.
- ¿Qué mirará, este tío?
- ¿De qué se rie?
- ¿Mi desarrollo no es el adecuado?
- ¿Será gay?
- Hay que joderse con la carga de leña. Y llevaba un palillo en la boca.
Instantes después y en un acto de reflejos, recogen velas sin haber culminado la faena, salen del meadero despavoridos, resignados y con unas tremendas ganas contenidas.
- ¡¡¡Por todos los dioses!!! ¡¡¡Que martirio!!!
- ¡Je!
Y ¿cuando ya no puedes resistir más?, y entras en uno de esas letrinas en los que hay más gente que en el camarote de los hermanos Marx, y encima con dos dedos de ese líquido urbano de color amarillo, en el suelo.
- ¡Je!
- "Paí a meá y no echá gota".
Qatsi.

1 comentario:

  1. Anónimo17:40

    27/06/2007 @ 20:46
    Comentario de: Santi [Visitante]
    Entro un tio en un meodromo de esos de los que tu hablas y se puso a mear, cuando de repente se coloco en la taza de al lado un señor muy pero que muy bajito.
    El tio se quedo alucinando cuando al mirar de reojo, vio que el enanillo tenia una pieza tamaño magnum.
    Tras mucho dudar y temiendo que fuera el enanillo a confundir sus tendencias sexuales, se decidio a preguntarle:
    - Perdone, pero como es posible que siendo usted tan bajito tenga un pene de ese tamaño?
    - Es que yo soy un duende- le contesto el enanito.
    - Un duende? Anda ya?
    - Vale, si no me cree es su problema, pero le voy a contar un pequeño secreto.
    Si usted quiere tener un pene como el mio es muy facil, solo debe permitirme
    que mantenga una relacion sexual con usted, y a las 48 horas su pene alcanzara un tamaño similar al mio.
    El tio se queda pensando durante un par de minutos y acaba aceptando la proposicion del duende.
    Cuando el tio y el duende estan en plena faena, el duende le pregunta
    - Oye colega tu que edad tienes?
    - 34- responde nuestro amigo.
    El duende le dar un par de hostias en la nuca y le dice
    - No parece que eres muy mayor para seguir creyendo en duendes, gilipollas.

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