lunes, 16 de julio de 2012

La generación regalada.

Al igual que muchos de nuestros antepasados, nuestra actual generación de veinteañeros y treintañeros se nos va, privándonos de su sapiencia, de su contribución y de su compañía. Nuestro verdadero producto interior bruto emigra de España a buscar trabajo.
A fin de cuentas, aquí no hay nada, ni lo habrá en mucho tiempo.
Nos dejan la misma tristeza, que dejaron aquellos que se fueron antaño en tren con sus maletas de cartón.
“Es para poco tiempo”, nos repetimos una y mil veces. Pero en el fondo sabemos que eso no es verdad y que tardaremos en verlos.
 El desconsuelo se hace patente tras perderlos de vista al pasar el control policial del aeropuerto, es entonces cuando comienza a invadirnos el fantasma de su ausencia.
En un momento se rompen en mil pedazos todos nuestros sueños y se desvanecen todas nuestras ilusiones. Ya quedó atrás ese ilusionante primer día de tu hijo en la Universidad.
¿Ilusionante?, ¿para qué?, ¿para llegar a esta situación?
¿Nadie se ha parado a pensar, en los millones de euros que nos ha costado formar a esos Ingenier@s, Arquitect@s, Médic@s, Abogad@s, Economistas, Consultor@s, Psicólog@s, Investigador@s, Científic@s, Comunicador@s Audiovisuales, Informátic@s, Biólog@s, y un larguísimo etcétera….., que se están marchando a borbotones fuera de España a buscarse la vida?
Estamos regalando la que debería ser nuestra cantera de profesionales, a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, y con una ignorancia sin parangón.
Ellos son la generación regalada. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico.
Hace ya semanas que me temo lo peor.
Me ha vuelto a visitar otra vez la melancolía.
Qatsi.

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