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En el interior de la barca traía varios atunes de buen tamaño.
El banquero al verlos se paró a su lado, y elogiando al pescador por la buena pinta que tenía el pescado le preguntó:
- ¿Cuánto tiempo ha tardado usted en pescarlos, buen hombre?
A lo que el pescador le respondió:
- Media mañana Señor.
Enseguida el banquero sacó su ramalazo y le preguntó:
- ¿Porqué no permanece más tiempo, y así aumentará considerablemente la pesca?
Alzando la mirada hacia el banquero, el pescador le aclaró, que ya tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
- Pero, ¿qué hace usted con el resto del tiempo? Le volvió a preguntar el banquero.
- Pues, duermo hasta tarde, juego con mis hijos, duermo la siesta con mi señora, salgo todas las noches a la taberna a tomar unos vinos, toco la guitarra, y canto con mis amigos. Como puede comprobar llevo una vida placentera y ocupada. Respondió el pescador.
Rápidamente el banquero le aclaró, que era un ejecutivo MBA y podía ayudarle. Le dijo que debería dedicarse más tiempo a pescar, con los ingresos obtenidos compraría una barca más grande, y seguiría creciendo hasta llegar a tener su propia flota de pesqueros. Cuando el volumen de pesca fuera importante, en vez de venderlo a un intermediario, podría montar su propia procesadora, y luego llegaría a tener su propia red de distribución. Esto le permitiría también salir de este pequeño pueblo e irse a la Capital, para desde allí expandir su empresa más fácilmente, y con su equipo de ejecutivos MBA controlaría perfectamente la producción, el procesamiento y la distribución.
Pausadamente, el pescador preguntó:
- Y ¿cuanto tiempo ha de transcurrir?
A lo que el banquero le replicó:
- Pues, entre los 15 o 20 años.
- ¿Y después de esto qué?
El banquero comenzó a reírse y le indicó, que esa era la mejor parte de la historia, porque cuando quisiera podría vender todas sus acciones de la empresa, y sería inmensamente rico. Tendría millones.
¡Aaaah! , millones....... y, ¿luego qué? preguntó el pescador.
A lo que el banquero respondió, que se podría retirar, y trasladar a vivir a un pueblo tranquilo de la costa, donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus nietos, dormir la siesta con su mujer, salir todas las noches a la taberna a tomar unos vinos, tocar la guitarra, y cantar con los amigos.
¿Acaso eso, no es lo que tengo ya? Exclamó irónicamente el pescador.
Amigos, la vida es lo que pasa mientras hacemos planes para ganar dinero y tener éxito, nunca debemos de olvidar que una vida desperdiciada, es como una muerte temprana.
Qatsi (Adaptación de un cuento anónimo).