domingo, 8 de enero de 2012

205.- El poder de la decepción.


Cuando unes la sorpresa y la pena ante un sentimiento frustrante de insatisfacción, que surge cuando no se cumplen tus expectativas sobre un deseo, o una persona, o sobre la vida que llevas en general, obtienes un coctel explosivo que llamas “decepción”, la cual puede desembocar en otro aún peor, “depresión”.
Es muy triste que la tristeza se apodere de una persona alegre cuando la decepción toca a tus puertas de forma continuada, ¿verdad?
Lo peor es cuando decides atarte definitivamente a tus desilusiones, las cuales no te dejan salir a flote, y poco a poco hacen que te vayas aislando de los demás. Esas desilusiones acaban incrustándose en lo más profundo de tu impotencia, quitándote las ganas de adaptarte a todo lo que te rodea, por que en definitiva ni quieres ni deseas lo que te ofrecen. Tras convencerte de tu aislamiento, lo único que lo complica todo es tu incapacidad para estar solo, la necesidad de ofrecer a alguien todo lo que tienes dentro de tus entrañas. A veces te sientes triste, porque encontrar a ese algo o a ese alguien se hace cada vez más complicado y comienzas a tener miedo a que algún día pierdas las esperanzas.
Todo esto se paga con mucho pesimismo, que va agrietando poco a poco tu corazón y a la vez tu mente.
Al final o te institucionalizas o solo vives de recuerdos.
Qatsi
 
La ilustración es obra de Jeannie Lynn Paske - http://obsolete-world.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario